Día de la pizza bitcoin
Esta es una fábula para la burbuja (¿o no?) del Bitcoin que estamos viviendo este año. En 2010, el programador de Florida Laszlo Hanyecz convenció a alguien para que aceptara los 10.000 Bitcoins que había «minado» en su ordenador a cambio de dos pizzas.
En aquellos lejanos días, antes de que el twerking se convirtiera en la corriente principal, Hanyecz calculó que cada Bitcoin que su ordenador había ganado básicamente haciendo números valía una fracción de céntimo, como el valor en efectivo de un cupón que podrías recibir por correo, solo que mucho menos.
Entonces ocurrió lo de 2013. Los especuladores, los medios de comunicación y quién sabe quién más se enteró de la existencia de Bitcoin, y el precio se disparó hasta superar los 1.200 dólares a principios de diciembre. En el momento de escribir este artículo, tras recibir un golpe por la prohibición de nuevas compras por parte del gobierno chino, el precio ha bajado a unos 700 dólares por Bitcoin. Si han sacado sus calculadoras (o están en su escritorio), ya saben que la compra de pizza de Hanyecz valdría unos 7 millones de dólares a los precios actuales de Bitcoin. Hoy en día es más probable que se acepten Bitcoins para una compra de
Precio del bitcoin 22 de mayo de 2010
El precio del bitcoin se disparó el sábado, marcando un aumento del 1.000% en el último año. También se ha beneficiado del respaldo de grandes instituciones, como Tesla y Mastercard. De hecho, cada vez más empresas están probando las aguas de las criptomonedas. Los entusiastas del Bitcoin creen que la mayor y más conocida criptomoneda del mundo tiene más legitimidad que en el pasado porque grandes empresas apoyan su cotización. Warren Buffett ha criticado repetidamente esta y otras criptodivisas por considerarlas «arriesgadas» y «sin valor». En cuanto a Hanyecz, aparentemente no se ha arrepentido en los años transcurridos desde que compró las pizzas. El año pasado, CoinDesk le citó diciendo que el bitcoin era «una forma de aprovechar la codicia».
Bitcoin pizza day wiki
Bitcoin es una criptodivisa, un activo digital diseñado para funcionar como medio de intercambio que utiliza la criptografía para controlar su creación y gestión, en lugar de depender de las autoridades centrales.[1] La historia de bitcoin comenzó con la invención y puesta en práctica por el presunto seudónimo Satoshi Nakamoto, que integró muchas ideas existentes de la comunidad cypherpunk. A lo largo de la historia de bitcoin, ha experimentado un rápido crecimiento hasta convertirse en una moneda importante tanto dentro como fuera de Internet. Desde mediados de la década de 2010, algunos negocios comenzaron a aceptar bitcoin además de las monedas tradicionales[2].
Antes del lanzamiento de bitcoin, había una serie de tecnologías de dinero digital, empezando por los protocolos de ecash basados en emisores de David Chaum y Stefan Brands[3][4][5] La idea de que las soluciones a los rompecabezas computacionales podrían tener algún valor fue propuesta por primera vez por los criptógrafos Cynthia Dwork y Moni Naor en 1992. La idea fue redescubierta de forma independiente por Adam Back, que desarrolló hashcash, un esquema de prueba de trabajo para el control de spam en 1997.[6] Las primeras propuestas de criptodivisas digitales distribuidas basadas en la escasez fueron el b-money de Wei Dai[7] y el bit gold de Nick Szabo.[8][9] Hal Finney desarrolló la prueba de trabajo reutilizable (RPOW) utilizando hashcash como algoritmo de prueba de trabajo.[10]
10.000 bitcoins en 2010
El 22 de mayo de 2010, Laszlo Hanyecz realizó la primera transacción en el mundo real con Bitcoins al comprar dos pizzas en un Papa John’s de Jacksonville, Florida. Hace apenas 7 años, los Bitcoins (BTC) tenían un valor de 1/100 de céntimo, así que para saciar su hambre Laszlo gastó 10.000 BTC en la compra. Si hubiera conservado las monedas, actualmente valdrían más de 10.000 dólares cada una, lo que significa que pagó 50.000.000 de dólares por pizza, o unos 6.250.000 dólares por porción.
No me gusta el queso, así que la pizza «normal» está fuera del menú. Una vez estuve con un grupo de personas que querían pizza, y el grupo voluntario con el que estábamos pagaba, así que entramos en una pizzería de Copenhague y me tomé una de 12″ sin queso para mí.
