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Ethereum Classic es una plataforma de criptomoneda distribuida de código abierto, descentralizada y basada en la cadena de bloques que ejecuta contratos inteligentes. Ethereum Classic se formó -como resultado de un hackeo de la red- en 2016. El blockchain original de Ethereum se dividió en dos, siendo Ethereum Classic el original y Ethereum el nuevo blockchain.
Basados en el principio de «El código es la ley», los contratos inteligentes son aplicaciones digitales autónomas autoejecutables, que son capaces de funcionar por sí mismas según lo programado. Ejemplos de estas aplicaciones son los sistemas de cajeros automáticos (ATM) y el sistema Bitcoin.
Ethereum
El activo digital experimentó estas ganancias después de sufrir una notable venta en la que cayó más del 50%, un retroceso que tuvo lugar después de que el ether clásico subiera a un máximo histórico por encima de los 175 dólares el 6 de mayo, según datos adicionales de CoinDesk.
Michael Conn, que es el presidente, director general y co-director de inversiones de Zilliqa Capital, ofreció un punto de vista similar, haciendo hincapié en que muchos inversores han estado en una «búsqueda de altcoins que pueden entregar rendimientos outsize.»
«Grayscale ha tenido un fideicomiso ETCG en el mercado que tiene un bloqueo de 1 año. Muchas compras fueron a principios de 2020, por lo que esas acciones están quedando disponibles en el mercado, lo que obliga a quienes poseen ETCG a comprar ETC al contado para cubrir sus préstamos.»
Edward Woodford, cofundador y CEO de Zero Hash, también pesó, citando «la potencial cobertura en corto por parte de los titulares de Ethereum Classic Trust (ETCG) que tienen una demanda para cubrir las posiciones prestadas» como ayudando a impulsar el ether classic al alza.
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Cualquiera que esté familiarizado con las criptodivisas conoce la existencia de Etherum. Y puede resultar sorprendente saber que existe una variante, Ethereum Classic o ETC, que también ofrece una excelente oportunidad de inversión.
Ethereum se creó en 2015 como una plataforma descentralizada de código abierto, que se basaba en blockchain. Destacaba por permitir la implementación de contratos inteligentes y la ejecución de aplicaciones distribuidas, que podían ser desarrolladas por terceros. Su objetivo central era «cifrar, descentralizar, asegurar y comerciar con casi cualquier cosa».
El proyecto DAO fue una iniciativa lanzada en 2016 por la startup alemana Slock it. La recaudación alcanzó los 150 millones de dólares en crowfounding. Sin embargo, los hackers consiguieron aprovechar una inconsistencia en su contrato inteligente, lo que supuso el robo de 50 millones de dólares.
Sin embargo, hubo desarrolladores que no estuvieron de acuerdo con este cambio. Afirmaron que la cadena original no debía modificarse ni desaparecer. Por ello, siguieron minando el Ethereum original, que pasó a llamarse Ethereum Classic.
Ethereum classic vs ethereum
Ethereum (CRYPTO:ETH) ha tenido un año sobresaliente hasta ahora, pero a medida que los nuevos inversores comienzan a explorar el mundo, a veces extraño y confuso, de la criptodivisa, existe la posibilidad de cometer errores. Uno de esos errores plausibles es comprar Ethereum Classic (CRYPTO:ETC) cuando se intenta comprar Ethereum estándar. No, no es un Ethereum «más barato»: las monedas antes unificadas tienen niveles de apoyo y hojas de ruta muy diferentes. Esto es lo que debes saber.
Hasta mediados de 2016, sólo existía Ethereum. La criptomoneda en ascenso estaba cobrando impulso como alternativa al Bitcoin (CRYPTO:BTC) gracias a su capacidad para ejecutar contratos inteligentes -acuerdos automatizados que pueden alimentar servicios financieros descentralizados, o DeFi, y otras aplicaciones.
En 2016, algunos de los primeros entusiastas de Ethereum idearon un plan audaz e ingenioso para crear una organización autónoma descentralizada, o DAO, que permitiera a los usuarios reunir sus monedas de Ethereum y decidir colectivamente en qué proyectos invertir. Se llamó simplemente DAO, y recaudó más de 150 millones de dólares de Ethereum. Sin embargo, poco después, un fallo fatal en el código permitió a un atacante retirar unos 50 millones de dólares de los fondos.
