El dao
Las falsificaciones, los fraudes e incluso los esquemas Ponzi son titulares frecuentes en las noticias de hoy. Y lo que es más importante, estas situaciones evidencian uno de los mayores defectos de los sistemas financieros y de registro actuales: el problema del doble gasto y el problema del general bizantino.
En el siguiente artículo, describiremos las cuestiones derivadas de estos dos problemas, y cómo blockchain resuelve estas preocupaciones, haciendo de la criptomoneda uno de los activos más seguros y fiables para prevenir este tipo de anomalías.
¿Es posible copiar el oro, o reproducirlo? ¿Es posible convertir una onza de oro en dos onzas, o incluso en 1,1 onzas, sin añadir más oro? Por supuesto que no. Ésta es una de las razones por las que el oro es un depósito de valor y puede utilizarse en un intercambio de bienes.
¿Pero qué pasa con el papel moneda? ¿Es posible copiar un billete de dólar? Claro, pero puede ser complicado. Para duplicar un billete de dólar se necesitaría un equipo especial y el tipo de papel adecuado para hacerlo. Sería difícil crear un duplicado suficiente utilizando una fotocopiadora normal. Además, no existe la posibilidad de gastar dos veces cuando se utiliza papel moneda físico, ya que si un individuo tiene un billete de 100 dólares y se lo entrega a alguien, no se queda con nada para gastar dos veces.
Solución al problema del doble gasto
El problema del doble gasto es el uso exitoso de los mismos fondos dos veces. El doble gasto de Bitcoin no es posible ya que Bitcoin está protegido contra el problema del doble gasto gracias a que cada transacción que se añade a la cadena de bloques es verificada, y la mayoría de los fondos contenidos en esta transacción no pueden haber sido gastados previamente.
El doble gasto es un defecto potencial en un esquema de dinero digital en el que el mismo token digital puede ser gastado más de una vez. Esto es posible porque una ficha digital consiste en un archivo digital que puede ser duplicado o falsificado[1]. Al igual que con el dinero falso, este doble gasto conduce a la inflación mediante la creación de una nueva cantidad de moneda fraudulenta que no existía previamente. Esto devalúa la moneda en relación con otras unidades monetarias, y disminuye la confianza de los usuarios, así como la circulación y retención de la moneda. Las técnicas criptográficas fundamentales para evitar el doble gasto preservando el anonimato en una transacción son las firmas ciegas y, especialmente en los sistemas sin conexión, la división secreta.
Bitcoin
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El doble gasto es el riesgo de que una moneda digital pueda gastarse dos veces. Se trata de un problema potencial exclusivo de las monedas digitales, ya que la información digital puede ser reproducida con relativa facilidad por personas expertas que entienden la red blockchain y la potencia de cálculo necesaria para manipularla.
Las monedas físicas no tienen este problema porque no pueden ser fácilmente reproducidas, y las partes involucradas en una transacción pueden verificar inmediatamente la autenticidad y la propiedad pasada de la moneda física. Esto excluye, por supuesto, los asuntos relacionados con las transacciones en efectivo.
Esto fue una preocupación inicialmente con el bitcoin, la moneda digital más popular o «criptodivisa», ya que es una moneda descentralizada sin ningún organismo central que verifique que se gasta una sola vez. Sin embargo, bitcoin cuenta con un mecanismo basado en registros de transacciones, conocido como blockchain, para verificar la autenticidad de cada transacción y evitar la doble contabilidad.
¿qué es el problema del doble gasto en el dinero digital?
El doble gasto es un defecto potencial en un esquema de dinero digital en el que la misma ficha digital puede ser gastada más de una vez. A diferencia del dinero físico, una ficha digital consiste en un archivo digital que puede duplicarse o falsificarse[1][2] Al igual que ocurre con el dinero falso, el doble gasto conduce a la inflación al crear una nueva cantidad de moneda copiada que no existía previamente. Esto devalúa la moneda en relación con otras unidades monetarias o bienes y disminuye la confianza de los usuarios, así como la circulación y retención de la moneda. Las técnicas criptográficas fundamentales para evitar el doble gasto, al tiempo que se preserva el anonimato en una transacción, son las firmas ciegas y, sobre todo en los sistemas sin conexión, la división secreta[2].
La prevención del doble gasto suele implementarse utilizando una tercera parte central de confianza en línea que puede verificar si un token se ha gastado[2], lo que normalmente representa un único punto de fallo tanto desde el punto de vista de la disponibilidad como de la confianza.
En un sistema descentralizado, el problema del doble gasto es mucho más difícil de resolver. Para evitar la necesidad de un tercero de confianza, muchos servidores deben almacenar copias idénticas y actualizadas de un libro de transacciones público, pero como las transacciones (solicitudes de gasto de dinero) se difunden, llegarán a cada servidor en momentos ligeramente diferentes. Si dos transacciones intentan gastar el mismo token, cada servidor considerará válida la primera transacción que vea y no válida la otra. Una vez que los servidores no se ponen de acuerdo, no hay forma de determinar los saldos reales, ya que las observaciones de cada servidor se consideran igualmente válidas.
