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Invertir en Bitcoin puede parecer complicado, pero es mucho más fácil cuando se divide en pasos. Comprar Bitcoin es cada vez más fácil, y la legitimidad de los intercambios y carteras también está creciendo.
Hay varias cosas que todo aspirante a inversor en Bitcoin necesita. Una cuenta de intercambio de criptodivisas, documentos de identificación personal si está utilizando una plataforma de Conozca a su Cliente (KYC), una conexión segura a Internet y un método de pago. También se recomienda tener un monedero personal fuera de la cuenta de intercambio. Los métodos de pago válidos utilizando esta vía incluyen cuentas bancarias, tarjetas de débito y tarjetas de crédito. También es posible obtener Bitcoin en cajeros automáticos especializados y a través de intercambios P2P. Sin embargo, tenga en cuenta que los cajeros automáticos de Bitcoin exigen cada vez más identificaciones emitidas por el gobierno a partir de principios de 2020.
Uniswap
Es posible hacerse asquerosamente rico invirtiendo en criptodivisas en 2021. Pero también podrías perder todo tu dinero. ¿Cómo pueden ser ciertas ambas cosas? Invertir en criptoactivos es arriesgado, pero también potencialmente muy rentable.
La criptodivisa es una buena inversión si quiere obtener una exposición directa a la demanda de la moneda digital, mientras que una alternativa más segura pero potencialmente menos lucrativa es comprar las acciones de las empresas con exposición a la criptodivisa.
Las bolsas de criptodivisas, más que las de valores, son vulnerables a ser pirateadas y a convertirse en objetivo de otras actividades delictivas. Estos fallos de seguridad han provocado pérdidas considerables a los inversores a los que les han robado sus monedas digitales.
Almacenar las criptomonedas de forma segura es también más difícil que poseer acciones o bonos. Los intercambios de criptodivisas como Coinbase (NASDAQ:COIN) hacen que sea bastante fácil comprar y vender criptoactivos como Bitcoin (CRYPTO:BTC) y Ethereum (CRYPTO:ETH), pero a mucha gente no le gusta guardar sus activos digitales en los intercambios debido al mencionado riesgo de ciberataques y robos.
Galaxia digital
Katie Brockman es una escritora de finanzas personales y jubilación a la que le gusta entusiasmarse con los 401(k), los presupuestos y la Seguridad Social. Cuando no está dando consejos financieros y de jubilación no solicitados a todo el que quiera escucharlos, le gusta leer, dibujar y pintar, y pasear perros en su refugio de animales local.
Ni siquiera los expertos se ponen de acuerdo sobre si es una buena inversión o no. Algunos famosos multimillonarios como Elon Musk y Mark Cuban han apoyado la criptomoneda. Otros, sin embargo, como Warren Buffett y Charlie Munger, hace tiempo que la critican.
Nadie sabe qué le depara el futuro a la criptodivisa, y es cierto que podría acabar fracasando. Pero también podría tener una utilidad real algún día y revolucionar diversas industrias. Aunque la criptomoneda en sí no se convierta en una forma de pago estándar en todo el mundo, existen otras vías de éxito.
Todas estas aplicaciones requieren el uso de la criptodivisa en cierta medida. Si alguna de ellas se adopta de forma generalizada, Ethereum y Bitcoin -y quienes han invertido en ellas- cosecharán los frutos.
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En la última década ha surgido una locura colectiva en torno al bitcoin. Es difícil predecir si esta criptodivisa se convertirá en la moneda de reserva mundial o en un depósito de valor tan ampliamente aceptado como el oro. La emoción de la riqueza o la ruina hace que algunos inversores se muestren cautelosos, pero otros quieren perseguir la posibilidad de obtener enormes beneficios al invertir en bitcoin.
Como cualquier inversión especulativa, comprar bitcoin conlleva un riesgo. Desde su creación, el Bitcoin fue el primer activo digital que engendró el actual ecosistema de criptomonedas. Durante bastante tiempo, creció un seguimiento subterráneo de inversores que veían su futuro como un posible reemplazo del sistema monetario físico. Ahora, Bitcoin se ha convertido en un nombre familiar a medida que las instituciones y los gobiernos desarrollan formas de atender la creciente demanda de exposición de sus clientes.
A medida que el mundo de las finanzas tradicionales se da cuenta del potencial disruptivo de Bitcoin, debe elegir entre adoptar las criptodivisas o enfrentarse a la irrelevancia. La decisión personal de invertir en bitcoin se reduce a su apetito de riesgo y a su perspectiva sobre el futuro de la raza humana interconectada.
