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La Unión Europea no ha aprobado ninguna legislación específica relativa al estatus del bitcoin como moneda, pero ha declarado que el IVA/IGC no es aplicable a la conversión entre moneda tradicional (fíat) y bitcoin.
Según el Banco Central Europeo, la regulación tradicional del sector financiero no es aplicable al bitcoin porque no involucra a los actores financieros tradicionales[7]:5. Otros en la UE han declarado, sin embargo, que las normas existentes pueden ampliarse para incluir el bitcoin y las empresas de bitcoin[8].
El Banco Central Europeo clasifica el bitcoin como una moneda virtual descentralizada convertible[7]:6 En julio de 2014, la Autoridad Bancaria Europea aconsejó a los bancos europeos que no negociaran con monedas virtuales como el bitcoin hasta que se estableciera un régimen regulador[9].
En 2016, la propuesta del Parlamento Europeo de crear un grupo de trabajo para supervisar las monedas virtuales con el fin de luchar contra el blanqueo de capitales y el terrorismo, aprobada por 542 votos a favor, 51 en contra y 11 abstenciones, ha sido enviada a la Comisión Europea para su consideración[10].
Retroalimentación
El progreso tecnológico ha permitido el desarrollo de nuevos activos que pretenden cumplir las funciones del dinero. Sustituir el dinero tradicional (físico o digital) por estos nuevos activos podría suponer, entre otros muchos cambios, extender al menos parte del proceso de creación de dinero más allá del marco regulado actual. En este contexto, surgen dos enfoques complementarios en la Unión Europea: por un lado, la regulación de los mercados de criptoactivos emitidos por agentes privados; por otro, la provisión directa por parte del sector público de un activo digital alternativo. Las autoridades españolas también han reaccionado ante la creciente relevancia de los criptoactivos, tanto desde una perspectiva de supervisión como de regulación.
Los ciudadanos y las empresas utilizan como medio de pago bien el dinero en efectivo, proporcionado por el Banco Central, o bien el dinero digital bajo diferentes formatos como los depósitos o el dinero electrónico, proporcionado por entidades privadas reguladas.
Los avances tecnológicos han permitido el desarrollo de nuevos activos que pretenden cumplir las funciones del dinero: unidad de cuenta, medio de pago y depósito de valor, todo al mismo tiempo. Éstos combinan las características del dinero en efectivo, como la privacidad, con las del dinero digital, como por ejemplo la seguridad o la posibilidad de realizar grandes transacciones de forma cómoda. En los últimos años han surgido cientos de alternativas, reales o potenciales, como el Bitcoin o el Libra-Diem.
Cia bitcoin
Está muy claro que nos encontramos en una revolución de las criptodivisas, dado su rápido aumento de popularidad en los últimos años, que probablemente cambiará la forma de ver el dinero en el futuro. ¿Se convertirá el Bitcoin en el método de pago más reconocido en el futuro del sector inmobiliario?
El Bitcoin, a menudo descrito como una criptomoneda, una moneda virtual o una moneda digital, es una moneda completamente virtual. Es como una versión online del dinero en efectivo: se puede utilizar para comprar productos y servicios, como medios de cambio, inversiones, videojuegos, pago de facturas, etc. Es importante recordar que esta moneda no puede adquirirse fuera de Internet y que todavía no hay muchos comercios que acepten Bitcoin, pero puede utilizarse en cualquier parte del mundo, siempre que el pagador y el cobrador los admitan.
El sector inmobiliario está cambiando rápidamente con nuevas tecnologías y servicios que influyen en la forma de realizar las transacciones inmobiliarias. Dada la creciente popularidad de las criptodivisas, esto ha hecho posible que particulares y empresas compren o vendan propiedades utilizando criptodivisas como medio de pago.
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